Frutos rojos. Arándanos, frambuesas y fresas contienen antocianinas, compuestos que protegen contra la hipertensión, según un estudio publicado en American Journal of Clinical Nutrition.

Plátano. Las frutas y verduras nos ayudan a regular la presión arterial, pero el plátano, por su alto contenido en potasio, se asocia a unos bajos niveles de hipertensión, según un estudio de la Escuela de Medicina londinense de Saint George.

Limón. Antioxidante y depurativo, ayuda a eliminar la rigidez de los vasos sanguíneos, lo que contribuye a prevenir la hipertensión. Además, el limón contiene vitamina B, capaz de evitar la insuficiencia cardiaca.

Cereales integrales. La avena, el centeno o el trigo integral pueden estabilizar la presión sanguínea, según investigaciones de la Universidad de Harvard. Cuantas más porciones de cereal integral se ingieran a la semana, mayores serán los beneficios.

Ajo. Ayuda a purifi car la sangre y a limpiar el intestino y, en el caso de la hipertensión arterial, el ajo actúa como vasodilatador. Una buena forma de consumirlo es untar con ajo nuestras tostadas y añadir un chorrito de aceite. El ajo presentado en cápsulas o los negros son una buena opción para

las personas más sensibles a su olor y a su fuerte sabor.

Remolacha. Según un estudio publicado por la revista Science Daily, es un alimento eficaz para reducir la presión arterial gracias a los nitratos que contiene. El óxido nítrico relaja los vasos sanguíneos y los dilata, lo que contribuye a mejorar la circulación y a disminuir la presión arterial. Otros alimentos ricos en nitratos son las verduras de hojas verdes y las zanahorias.

Patatas. Especialmente las asadas, son ricas en potasio y magnesio, dos minerales que ayudan a combatir la presión arterial alta. El mero, las espinacas, la soja y el yogur natural desnatado son asimismo alimentos ricos en ambos minerales.